NUESTRO PROYECTO

Como sabéis los que me conocéis, el año pasado me embarqué en un proyecto que para mi ha significado un antes y un después. En septiembre de 2006 me puse a impartir clase de español para inmigrantes sin demasiados recursos, en un centro de la Generalitat.
Trabajar con estas personas ha sido francamente interesante porque lo dan todo en el aula y más, porque tú les enseñas una lengua pero ellos te enseñan una lección de vida, te dan mucho más de lo que esperabas y sin esperar nada a cambio.
Pero hay un problema a la hora de enfrentarte a una clase con gente de tantos lugares, de tantas culturas y lenguas diferentes, a clases que muchas veces se encuentran masificadas, y es que el profesor de español tiene poco a lo que agarrarse a la hora de preparar sus clases. Rápidamente uno se da cuenta que los materiales de E.L.E. no son demasiado apropiados para este nuevo público porque no se adaptan a las necesidades de un aula tan tremendamente intercultural. Lo que funcionaba en un aula de siete alumnos de EEUU, Australia, Francia, Italia..., no funciona en una clase de veinticinco o treinta personas de Argel, Mozambique, Irán, China... donde muchas veces nos encontramos con personas con serios problemas con la escritura.
En fin, resumiendo un poco, lo que trataremos de hacer desde este blog será hacer nuestra pequeña aportación a la enseñanza del español para inmigrantes, así que toda ayuda es poca, cualquier experiencia que podáis tener o cualquier idea podrá ser de ayuda, ejercicios que se os ocurran, textos que encontréis o escribáis sobre el tema, enlaces que encontréis de interés para el aprendizaje de lenguas (da igual el idioma)... y sobre todo tratad, en la medida de lo posible, que vuestras aportaciones tengan que ver con el tema de la inmigración.
Muchas gracias a todos.

dilluns, 14 d’abril del 2008

ERA LA ÚLTIMA NOCHE


I
Era la última noche,
la noche de las tristes despedidas,
y apenas si una lágrima empañaba
sus serenas pupilas.
Como el criado que deja
al amo que le hostiga,
arreglando su hatillo, murmuraba
casi con la emoción de la alegría:

-¡Llorar! ¿Por qué? Fortuna es que podamos
abandonar nuestras humildes tierras;
el duro pan que nos negó la patria,
por más que los extraños nos maltraten,
no ha de faltarnos en la patria ajena.

Y los hijos contentos se sonríen,
y la esposa, aunque triste, se consuela
con la firme esperanza
de que el que parte ha de volver por ella.
Pensar que han de partir, ése es el sueño
que da fuerza en su angustia a los que quedan;
cuánto en ti pueden padecer, oh, patria,
¡si ya tus hijos sin dolor te dejan!

II
Como a impulsos de lenta
enfermedad, hoy cien, y cien mañana,
hasta perder la cuenta,
racimo tras racimo se desgrana.

Palomas que la zorra y el milano
a ahuyentar van, del palomar nativo
parten con el afán del fugitivo,
y parten quizás en vano.

Pues al posar el fatigado vuelo
acaso en el confín de otra llanura,
ven agostarse el fruto que madura,
y el águila cerniéndose en el cielo.